Hoy escribo un post que me hace especial ilusión. No hace ni
dos meses que comencé con el blog y, sin haberlo estrenado, sin tener tarjetas,
solo con una idea, me puse en contacto con Bodegas Mondalón.
Como iba a visitar la Isla de Gran Canaria me seducía la
idea de poder conocer una bodega de la zona y así mostrárosla en el blog.
Busqué y busqué por la Red hasta que la encontré. Un diseño con un esmero que
bien merecería 98 puntos Parker (si es que esta lista valorase este aspecto).
Me puse en contacto con ellos comentándoles mi proyecto y me contestaron
inmediatamente ¡Me invitaban a visitarles!
Hace 20 años que Juan Manuel inició su andadura. Sin apenas
conocimientos sobre el sector pero con mucha ilusión creó Mondalón Pinachos
S.L. Empezó con un pequeño agujero excavado en el suelo donde apenas entraba
una barrica. Poco a poco, con trabajo, cariño y esmero, la bodega ha ido
evolucionando sin perder el carácter familiar y el buen hacer que la
caracteriza.
La hija de Juan Manuel, Tamara, ha recogido el testigo y
trabaja con su padre para que la marca Mondalón crezca. Un crecimiento que no
les hace perder su seña de identidad. Aunque con capacidad para producir 40.000
litros anuales la bodega únicamente elabora 25.000. Una muestra muy exclusiva y
controlada de manera minuciosa y con mucho mimo, el mismo mimo que han puesto
en la elaboración de sus cremas con base de vino –la fórmula de esta crema
creada en el marco de un proyecto de investigación en colaboración con la
Universidad de Las Palmas es una de las que más alta concentración en vino
tiene del mercado-.
Y el diseño... ¿Qué voy a decir del diseño si es lo que me
hizo interesarme por ellos? Limpio, elegante, exquisito. La familia ha cuidado
este aspecto, que bien valdría un premio, desde hace años. Pero en Mondalón
huyen de los galardones –aun así es una de las bodegas más premiadas de las
islas- porque el verdadero reconocimiento para ellos es que sus clientes disfruten
con su producto.
La etiqueta actual recoge un simple trazo que representa las
piernas de la propia Tamara pisando la uva, dependiendo del tipo de vino cambia
su fondo. Sencilla, sí. Llamativa, 100%. En esta misma línea de diseño está su
logo. Una “m”. La eme de Mondalón.
Pero si tuviese que quedarme con algo de ellos no sería con
sus cremas elaboradas con productos de la zona y su packaging que desplegado es
una fotografía macro de sus uvas. Tampoco sería la etiqueta que representa sus
vinos blanco y tinto, ni siquiera su logo con su preciosa “m”. Sin duda me
quedo con la etiqueta de Mondalón selección.
Mondalón selección es una nueva línea de vinos que se
estrena este año con la primera versión “Cat-orce”. Cada año realizan la mejor
selección de uvas blancas: albillo y malvasía creando un vino macerado en
barrica con matices sorprendentes. Su etiqueta recoge la añada en letras y el
color representa al tipo de vino que contiene. Además ¡las numeran a mano! Una
joya única.
Merece la pena ir a conocer sus viñedos situados en una de
las zonas más altas de Las Palmas de Gran Canaria. Un buen plan para esta visita es hacer una ruta de
senderismo por “La Bandama” y finalizar con una cata maridada con productos de
la zona. Tienen vinos para todos los gustos entre los que destacan su gama de
blancos: seco, semidulce y dulce -realizados con una mezcla de malvasía,
moscatel y listán que criogenizan cuando la uva está sobremadura-. Además de su
tinto de uva listán negro –exclusiva de esta zona- con tres meses en madera de
roble francés de Allier.
Me atrevo a asegurar que la experiencia no os defraudará.
Mondalón te seduce por su imagen pero te cautiva por su sabor en un entorno de
ensueño.
Muchas gracias a Tamara y a toda su familia por abrirme las
puertas de su casa y por dejarme descubrir el secreto de su éxito. Tan difícil
y tan fácil como amar con todas tus fuerzas lo que haces.
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Web: www.mondalon.com
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